Helena siempre quiere hacer fotos cuando me ve con la cámara. Así que le dejé mi antigua cámara y le dije que haríamos un libro sobre Amèlia.

Su cometido era hacer fotos a Amèlia en diferentes situaciones, cuando está jugando, comiendo, sonriendo y cuantas más actividades mejor. Helena estaba muy entusiasmada con su nueva tarea y no dejaba de perseguir a su hermana con la cámara. Cuando tenía la tarjeta SIM llena de fotos, elegí las mejores y las imprimí. Escribí en el ordenador las frases de las actividades que hacía Amèlia en cada una de las fotos en español y en inglés y las imprimí. En unas cartulinas de colores pegué las fotos y las frases.


Para que nuestro libro dure más tiempo laminé todas las hojas, luego hice unos agujeros con la perforadora para unirlas.

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