Si en casa tenéis niños de diferentes edades seguramente os habréis fijado en que muchas veces los pequeños quieren hacer lo mismo que los mayores. A Helena le encanta jugar con pinturas y Amèlia está en la etapa de llevárselo todo a la boca. Para tener un poco de tranquilidad y las dos niñas contentas hice las pinturas comestibles.
Necesitaremos:
- yogur natural (yo utilicé de tipo griego)
- colorantes alimentarios
- papel
- pinceles
Primero de todo extendimos el papel en el suelo y pegamos los lados con cinta para que no se moviese a la hora de que Amèlia se sentara o gateara encima.
Empezamos preparando la pintura vertiendo un poco de yogur en cuencos o recipientes donde tendremos diferentes colores. Yo utilicé la bandeja para hacer muffins por dos motivos: primero porque no es de cristal y segundo porque fue muy cómodo para las niñas tener todos los colores a mano.

A continuación echamos un poco de colorante alimentario en el yogur. A Helena le gustó mucho mezclar los colores básicos para crear nuevos colores.


Si no tenéis en casa colorantes alimentarios o no los queréis utilizar, el mismo resultado podemos obtener mezclando el yogur con fresas para el color rojo, espinacas para el color verde, col lombarda para el azul y cúrcuma para el amarillo. Cuando lo tenemos todo preparado dejamos que los niños expresen su vena artística.




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